Moncloa sigue enredada en el caso Delcy y no da una versión definitiva
El Gobierno ha pasado de elogiar a Ábalos por «evitar un conflicto diplomático» a decir que se canceló la visita
Vox pide reabrir la causa por el Delcygate y acceder a las cintas del aeropuerto
Casi una semana después de conocerse el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el caso Koldo, que deja al exministro José Luis Ábalos al borde de la imputación, el Gobierno sigue enredado en las explicaciones sobre la llegada ... de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, al aeropuerto de Barajas en enero de 2020. Todo después de la falsedad de las versiones dadas hasta ahora sobre lo ocurrido, incluida la presencia del propio Ábalos en el aeropuerto de la capital, tras dejar al descubierto la UCO que Pedro Sánchez dio el visto bueno a la llegada de Rodríguez en una conversación por mensaje con el entonces titular de Transportes y número tres del PSOE.
Ya el pasado viernes Sánchez, en una comparecencia en Roma después de reunirse con el Papa Francisco, admitió que había sido informado de la llegada a España de la número dos de Nicolás Maduro, algo que siempre había ocultado. Lejos de presumir de la actuación de su entonces ministro, como hizo en febrero de 2020 en el Senado, cuando elevó su gestión a la categoría de «evitar un conflicto diplomático», el jefe del Ejecutivo se limitó a decir que en cuanto se supo de las sanciones de la Unión Europea (UE) que pendían sobre Rodríguez se «canceló» la visita.
Preguntada ayer por el asunto en la rueda de prensa semanal posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gabinete de PSOE y Sumar, Pilar Alegría, se refirió a «esa visita que no se realizó por parte de la señora Rodríguez». La también titular de Educación y Deportes, que no formaba entonces parte del Ejecutivo, aseveró que «en cuanto el Gobierno de España tuvo conocimiento de esa sanción individual, se imposibilitó y se impidió esa visita. Y esto es lo que sucedió», trató de zanjar. Sin embargo, no precisó en qué momento, entre los mensajes entre Ábalos y Sánchez, que contestó con un «bien» a la información del ministro y hoy diputado del Grupo Mixto sobre la visita, y el aterrizaje cuatro días después del avión procedente de Caracas, se produjo esa cancelación. Una precisión ante la que las fuentes gubernamentales consultadas son especialmente escurridizas, alegando incluso que no es un detalle relevante.
Tampoco aclara el Gobierno cómo no podía saber Sánchez (un presidente siempre especialmente concernido por los asuntos europeos y muy activo en ellos, como volverá a evidenciarse en la cumbre que comienza mañana en Bruselas) de las sanciones a Rodríguez. Una medida europea que se aprobó en 2018, justo cuando acababa de llegar al Gobierno. Más en concreto en su primera reunión del Consejo Europeo, que ratificó lo que previamente habían aprobado los ministros de Asuntos Exteriores de los 27, entre ellos Josep Borrell, el primer responsable de la diplomacia nombrado por Sánchez, informa desde Bruselas Enrique Serbeto.
Sanciones individuales
La versión del Gobierno es que Sánchez ignoraba la sanción individual específica contra Rodríguez, que le impedía incluso pisar suelo español, lo que obligó a Ábalos a desplazarse a la Terminal 4 de Barajas, adonde le trasladó en coche su estrecho asesor, Koldo García. Esta versión da a entender que sí conocía que había sanciones a Venezuela, pero sin estar al tanto de más detalles. «Una cosa son las sanciones globales a un país como Rusia, que es obvio, pero otra sanciones más específicas...», se trata de explicar desde Moncloa.
En aquel momento, coincidiendo con los primeros años de Sánchez en el poder, todo lo referente a Venezuela era de la máxima relevancia y actualidad, máxime después del reconocimiento como presidente legítimo de aquel país del opositor Juan Guaidó, al que España se sumó junto al grueso de la comunidad internacional. Meses después del episodio de Delcy, Sánchez recibió a otro referente de la oposición al chavismo, refugiado en nuestro país, Leopoldo López. Lo hizo en la sede del PSOE en Ferraz y no en Moncloa, algo que no pasó inadvertido cuando ya gobernaba en coalición con Unidas Podemos, una formación singularmente adicta al régimen de Maduro.
En el informe de la UCO aparecen varios mensajes de Víctor de Aldama, el comisionista de la trama, con Delcy Rodríguez y en uno de ellos se refiere así al recibimiento que hizo Sánchez de López: «La reunión de Leopoldo López con el presidente ha sido en Ferraz como secretario general, no en Moncloa como presidente, esto es importante que lo sepáis y entendáis, besos». En otro mensaje, es la número dos de Maduro la que le pregunta al comisionista de la trama, quien mantenía una estrecha relación con Ábalos, por la situación del ministro a raíz de su encuentro en Barajas. «Cómo está el jefe?», le preguntó la vicepresidenta chavista. «Bueno, hoy no es su mejor día. Ayer en la madrugada tuvo unas palabras muy duras con el 1 [que sería Sánchez] y hoy todo salió bien, pero el miércoles que viene se bota [sic] en el Congreso su dimisión», contestó Aldama. «No saldrá adelante y por eso está tranquilo, pero el día de hoy es complicado», añadió. Era 12 de febrero y el 'Delcygate' estaba en todos los medios, informa Isabel Vega.
Por lo demás, y siempre en el contexto del caso Ábalos, Alegría contestó a los presuntos pagos con bolsas de dinero entregados en Ferraz de los que habla un testimonio anónimo en 'The Objective'. «Entenderán que, desde esta mesa, no le dé pábulo a testimonios anónimos», se limitó a decir.
Fuentes de la dirección actual del PSOE aseguran de manera tajante que «en Ferraz no se mueve dinero negro» y que es algo que no ha ocurrido en los siete años desde la elección de Sánchez en las primarias de 2017. E instan a quien tenga pruebas a que «las enseñe y así nos podremos defender». Ya el lunes la portavoz de la Ejecutiva Federal socialista, Esther Peña, instó a lo mismo, después de la querella presentada por el Partido Popular contra el PSOE por esa denuncia de pagos en dinero negro en la misma sede central del partido en el Gobierno.
Por su parte, el actual secretario de Organización, Santos Cerdán, que sucedió a Ábalos en el cargo y que antes ejerció como su número dos en ese área, declaró a 'El País' que «nunca ha habido aquí dinero negro, ni bolsas de dinero ni nada parecido».
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